Soda Stereo fue una de las bandas más emblemáticas del rock latino de los años 80 y 90, y su paso por el festival de Viña del Mar en 1987 marcó un hito en su carrera y en la historia del evento. La agrupación liderada por Gustavo Cerati llegó a Chile con el éxito de su tercer álbum, Signos, y desató la euforia de miles de fanáticos que llenaron la Quinta Vergara durante dos noches consecutivas.
El primer concierto fue el 11 de febrero, y Soda Stereo demostró su calidad musical y su carisma sobre el escenario con canciones como Estoy azulado, Juegos de seducción, El rito, Persiana americana y Cuando pase el temblor. El público coreó cada tema y ovacionó a la banda, que se mostró agradecida y sorprendida por la recepción. El segundo concierto fue al día siguiente, y Soda Stereo repitió el éxito con un repertorio similar, pero con algunas variantes como Sobredosis de TV, Nada personal y Te hacen falta vitaminas.
Soda Stereo se convirtió así en la primera banda de rock latino en presentarse dos veces en el mismo festival, y en una de las más aclamadas por la crítica y el público. Su actuación en Viña del Mar les abrió las puertas para conquistar otros mercados como México, Venezuela y Colombia, y consolidó su fama como una de las mejores bandas de rock en español de todos los tiempos.
Algunos datos curiosos sobre la presentación de Soda Stereo en Viña del Mar son:
• La banda contó con el apoyo del tecladista Fabián Von Quintiero, que luego se integraría oficialmente al grupo.
• La banda tuvo que lidiar con algunos problemas técnicos durante los conciertos, como fallas en el sonido y en las luces.
• La banda recibió el premio Antorcha de Plata y el premio Antorcha de Oro por su actuación, pero no el premio Gaviota, que era el máximo galardón del festival.
• La banda grabó un álbum en vivo llamado Ruido blanco, que incluyó algunas canciones tocadas en Viña del Mar.
